Hoy en día estamos expuestos a una sobre-estimulación informativa. La sociedad se mueve de acuerdo a una paradoja que obliga a estar pendiente de todo lo que nos envuelve, para poder comprender lo que acontece, aunque ese mismo motivo pueda llevar a la obnubilación, paralización y al bloqueo de respuesta ágil. La información desmedida cae sobre nosotros como una losa. Queremos saberlo todo (y al instante) porque eso hace que nos sintamos insertados en la acción y en lo sucedido. No queremos quedarnos al margen de nada, creyendo que así seremos agentes activos dentro de la construcción del mundo que nos rodea.
Relación del insumo con el Banco del Conocimiento