La globalización como realidad actual de las organizaciones, incrementa la necesidad de ser competitivos de manera permanente. Las exigencias del entorno cambian las expectativas y requerimientos del negocio, siendo necesario que las personas asuman roles diferentes, sean flexibles a los impactos del cambio y respondan con energía y compromiso ante los retos que laboralmente ahora se les plantean, sin olvidar que éste cambio a la vez les exige modificar sus valores, necesidades e intereses personales. Ante éste escenario, hablar de gestión de talento no es un tema de actualidad. Es la posibilidad de dar un giro total al impacto y resultado esperado, pasando de la simple supervivencia de las personas en las empresas, a la de contribución en la sustentabilidad y rentabilidad de la misma.
El talento es hoy por hoy un elemento diferenciador en el ámbito empresarial y se asocia con el conjunto de competencias (conocimiento, habilidades y actitudes) específicas que las empresas requieren de las personas para lograr una contribución significativa que garantice el logro de los objetivos planteados por la alta dirección en la estrategia del negocio. La gestión de talento por tanto, integra diversas prácticas y dimensiones organizacionales que de manera integral establecen el destino de las personas desde el momento que ingresan a la organización hasta que se retiran de la misma.
Los responsables de Recursos Humanos requieren alta claridad en el rumbo del negocio para determinar con precisión el vínculo con los procesos de gestión requeridos. No sólo es importante atraer, seleccionar y retener a las personas; se trata de planear con claridad lo que sucederá con cada una de ellas, de tal suerte que la inversión individual garantice su actuación y desempeño.
Ante este contexto, una nueva visión del manejo del talento es requerida e implica el compromiso y la determinación de la alta dirección, los responsables de Recursos Humanos y los mandos del negocio, para establecer las políticas que regulen y garanticen la gestión de manera congruente y alineada con las iniciativas declaradas en la estrategia corporativa. Es preciso partir de la base y entendimiento genuino que el talento requiere un contexto adecuado para generarse, desarrollarse y conservarse de manera exitosa ya que estamos hablando de personas, y las personas con talento requieren ser integradas, guiadas, reconocidas, facultadas y valoradas si se espera de ellas resultados significativos. Es un tema de causa – efecto, generar valor a cambio de brindar valor. O visto de otra manera, obtener resultados que generan ventaja competitiva y garantizan la rentabilidad y sustentabilidad organizacional a cambio de un ambiente de trabajo que reditúa en el desarrollo integral de las personas.
Hoy más que nunca la alineación entre la estrategia de negocio y las iniciativas de Recursos Humanos debe ser total. Generar prácticas consistentes en la estrategia de gestión de personas es prioritario, donde exista congruencia, seguimiento y vinculación entre los proceso de atracción, selección y compensación. De otra forma la inversión de los dos primeros se vuelve gasto al no tener esquemas atractivos que retengan el talento.
Los profesionales de Recursos Humanos deberán saber cómo elegir las mejores fuentes de reclutamiento a nivel global, ya que a menudo el talento se encuentra en lugares distintos. Se requiere una amplia gama de opciones que arrojen resultados amplios, ya que cuando el talento es escaso, se dificulta presentar a los líderes varias opciones de candidatos que cubran los perfiles requeridos para hacer una mejor selección. Los esquemas de reclutamiento han variado radicalmente. Las viejas prácticas como anuncios clasificados y reclutamientos masivos y evaluaciones extensas han pasado a la historia, las tecnologías de la información han modernizado por completo el proceso de identificar y atraer talento. Sin embargo, no necesariamente garantizan resultados exitosos.
Por otro lado, el tema de formación está sufriendo una verdadera evolución. Las nuevas formas de capacitación y desarrollo son elemento clave en la gestión de talento y directamente copartícipes de la retención del mismo. En la era del conocimiento, las organizaciones deben ser capaces de formar a las personas y de encontrar fórmulas atractivas para garantizar la permanencia del capital intelectual a través del desarrollo del talento. Para ello, un nuevo pensamiento se requiere en los responsables de Recursos Humanos, directivos y personal. El enfoque ya no es el brindar conocimientos y experiencias a las personas. Ahora, el reto está en sensibilizar a los participantes sobre la responsabilidad en su propio desarrollo, fomentar el aprovechamiento de las tecnologías de la información, las técnicas de auto aprendizaje y los sistemas virtuales que fomentan las comunidades de práctica.
De acuerdo con lo anterior, el éxito de una organización depende en gran medida de la implementación de iniciativas alineadas y vinculadas con la estrategia que ofrezcan al final del día, la garantía de contar con personas calificadas que logren los resultados esperados y por tanto, el tema de medición del desempeño debe ser considerado. Las personas logran resultados, en gran medida producto de su potencial individual, aunado al grado de motivación y satisfacción laboral que posean. Temas como medición del desempeño y reconocimiento son por tanto herramientas que deben estar integradas en el ámbito empresarial.
La evaluación del desempeño es una técnica que permite determinar la actuación de cada uno de los empleados de la organización, con base en una serie de indicadores previamente establecidos y ligados a la consecución de objetivos individuales y globales de la organización. Medir el desempeño va más allá de una evaluación de objetivos. Es un sistema de retroalimentación que sirve a los líderes para tomar decisiones de relevancia sobre cómo optimizar las competencias de las personas y direccionarlas para resultados de mayor efectividad. Permite premiar los méritos y plantear esquemas equitativos de retribución.
Uno de los grandes desafíos de la gestión de talento consiste en conseguir el talento idóneo para que contribuya al logro de la estrategia de negocio y que sea pieza clave en la ventaja competitiva de la empresa. Asimismo, lograr que se desarrolle y evolucione en forma planeada y quiera permanecer al servicio de la organización, aportando y redituando la inversión que ha recibido.
La revolución digital ha traído una etapa de constantes cambios en la vida de las personas y al mismo tiempo ha generado una evolución del ámbito de la industria y los negocios. El avance tecnológico permite establecer con claridad, diferencias en los procesos, los servicios y las personas. Hoy día, en la era del talento se busca la creación de valor a través de las personas y es con ayuda de la tecnología que podemos potenciar las capacidades, personalidad y riqueza individual de los equipos de trabajo.
El talento es hoy por hoy un elemento diferenciador en el ámbito empresarial y se asocia con el conjunto de competencias (conocimiento, habilidades y actitudes) específicas que las empresas requieren de las personas para lograr una contribución significativa que garantice el logro de los objetivos planteados por la alta dirección en la estrategia del negocio. La gestión de talento por tanto, integra diversas prácticas y dimensiones organizacionales que de manera integral establecen el destino de las personas desde el momento que ingresan a la organización hasta que se retiran de la misma.
Los responsables de Recursos Humanos requieren alta claridad en el rumbo del negocio para determinar con precisión el vínculo con los procesos de gestión requeridos. No sólo es importante atraer, seleccionar y retener a las personas; se trata de planear con claridad lo que sucederá con cada una de ellas, de tal suerte que la inversión individual garantice su actuación y desempeño.
Ante este contexto, una nueva visión del manejo del talento es requerida e implica el compromiso y la determinación de la alta dirección, los responsables de Recursos Humanos y los mandos del negocio, para establecer las políticas que regulen y garanticen la gestión de manera congruente y alineada con las iniciativas declaradas en la estrategia corporativa. Es preciso partir de la base y entendimiento genuino que el talento requiere un contexto adecuado para generarse, desarrollarse y conservarse de manera exitosa ya que estamos hablando de personas, y las personas con talento requieren ser integradas, guiadas, reconocidas, facultadas y valoradas si se espera de ellas resultados significativos. Es un tema de causa – efecto, generar valor a cambio de brindar valor. O visto de otra manera, obtener resultados que generan ventaja competitiva y garantizan la rentabilidad y sustentabilidad organizacional a cambio de un ambiente de trabajo que reditúa en el desarrollo integral de las personas.
Hoy más que nunca la alineación entre la estrategia de negocio y las iniciativas de Recursos Humanos debe ser total. Generar prácticas consistentes en la estrategia de gestión de personas es prioritario, donde exista congruencia, seguimiento y vinculación entre los proceso de atracción, selección y compensación. De otra forma la inversión de los dos primeros se vuelve gasto al no tener esquemas atractivos que retengan el talento.
Los profesionales de Recursos Humanos deberán saber cómo elegir las mejores fuentes de reclutamiento a nivel global, ya que a menudo el talento se encuentra en lugares distintos. Se requiere una amplia gama de opciones que arrojen resultados amplios, ya que cuando el talento es escaso, se dificulta presentar a los líderes varias opciones de candidatos que cubran los perfiles requeridos para hacer una mejor selección. Los esquemas de reclutamiento han variado radicalmente. Las viejas prácticas como anuncios clasificados y reclutamientos masivos y evaluaciones extensas han pasado a la historia, las tecnologías de la información han modernizado por completo el proceso de identificar y atraer talento. Sin embargo, no necesariamente garantizan resultados exitosos.
Por otro lado, el tema de formación está sufriendo una verdadera evolución. Las nuevas formas de capacitación y desarrollo son elemento clave en la gestión de talento y directamente copartícipes de la retención del mismo. En la era del conocimiento, las organizaciones deben ser capaces de formar a las personas y de encontrar fórmulas atractivas para garantizar la permanencia del capital intelectual a través del desarrollo del talento. Para ello, un nuevo pensamiento se requiere en los responsables de Recursos Humanos, directivos y personal. El enfoque ya no es el brindar conocimientos y experiencias a las personas. Ahora, el reto está en sensibilizar a los participantes sobre la responsabilidad en su propio desarrollo, fomentar el aprovechamiento de las tecnologías de la información, las técnicas de auto aprendizaje y los sistemas virtuales que fomentan las comunidades de práctica.
De acuerdo con lo anterior, el éxito de una organización depende en gran medida de la implementación de iniciativas alineadas y vinculadas con la estrategia que ofrezcan al final del día, la garantía de contar con personas calificadas que logren los resultados esperados y por tanto, el tema de medición del desempeño debe ser considerado. Las personas logran resultados, en gran medida producto de su potencial individual, aunado al grado de motivación y satisfacción laboral que posean. Temas como medición del desempeño y reconocimiento son por tanto herramientas que deben estar integradas en el ámbito empresarial.
La evaluación del desempeño es una técnica que permite determinar la actuación de cada uno de los empleados de la organización, con base en una serie de indicadores previamente establecidos y ligados a la consecución de objetivos individuales y globales de la organización. Medir el desempeño va más allá de una evaluación de objetivos. Es un sistema de retroalimentación que sirve a los líderes para tomar decisiones de relevancia sobre cómo optimizar las competencias de las personas y direccionarlas para resultados de mayor efectividad. Permite premiar los méritos y plantear esquemas equitativos de retribución.
Uno de los grandes desafíos de la gestión de talento consiste en conseguir el talento idóneo para que contribuya al logro de la estrategia de negocio y que sea pieza clave en la ventaja competitiva de la empresa. Asimismo, lograr que se desarrolle y evolucione en forma planeada y quiera permanecer al servicio de la organización, aportando y redituando la inversión que ha recibido.
La revolución digital ha traído una etapa de constantes cambios en la vida de las personas y al mismo tiempo ha generado una evolución del ámbito de la industria y los negocios. El avance tecnológico permite establecer con claridad, diferencias en los procesos, los servicios y las personas. Hoy día, en la era del talento se busca la creación de valor a través de las personas y es con ayuda de la tecnología que podemos potenciar las capacidades, personalidad y riqueza individual de los equipos de trabajo.
Planeación y organización
La planificación de Recursos Humanos es el proceso que asegura a la empresa el talento requerido para cubrir con oportunidad las posiciones de la organización. Implica anticipar y prevenir el movimiento de personas dentro y fuera de la misma con el propósito de optimizar al máximo los recursos con la mayor eficacia, oportunidad y en el momento preciso.
Atracción de talento
Las prácticas de atracción de talento se han modificado desde su raíz. Los criterios para seleccionar posibles candidatos requieren un profundo análisis y sustento, ya que las organizaciones en este tema no se pueden dar el lujo de tener margen de error.
Capacitación y desarrollo
Dentro del proceso de gestión del talento hay etapas en donde la contribución del área de Recursos Humanos se vuelve de alta trascendencia, y es el caso de capacitación y desarrollo, ya que es una segunda oportunidad para retomar fuerza y formar a las personas para dar respuesta a los retos del negocio, mediante estrategias planeadas y focalizadas.
Desempeño
Dentro del ámbito de la gestión del capital humano, el tema del desempeño es un elemento vital al evaluar el rendimiento global de una organización. Al final del día, son los datos duros y evidencias tangibles las que muestran si se están cumpliendo los objetivos que se propusieron, sobre todo ante entornos dinámicos y de alta incertidumbre donde mantener la ventaja competitiva es el reto mayor.
Compensaciones
La gestión del capital humano en las organizaciones ha evolucionado de lo puramente administrativo hasta una visión estratégica al servicio del negocio y la cultura organizativa. Esta evolución impacta en la manera de considerar los sistemas de recompensa, de un simple planteamiento de sueldos y salarios equitativos, hacia una herramienta de retribución de acuerdo con los logros individuales.
Retención y retiro
Retener el talento en las empresas es indispensable para aumentar la productividad laboral, dar continuidad a los proyectos estratégicos y garantizar los procesos que conforman la cadena de valor de la organización. Retener el talento es uno de los retos de las áreas de Recursos Humanos. La rotación del talento por causas naturales es prevista por la organización; la complejidad y problemática real es la originada por las condiciones internas percibidas como poco favorables por los colaboradores.
Tecnología y RH
El tema de tecnología es el común denominador en el ámbito empresarial. Simplemente no es posible concebir el uno sin el otro. La velocidad del cambio y las necesidades de transformar las organizaciones en busca de la ventaja competitiva y permanencia han apuntalado su uso de manera exponencial. El desarrollo tecnológico ha alcanzado niveles sorprendentes, tal vez más allá de lo hubiéramos podido imaginar.