Ante un entorno tan complejo y cambiante, las organizaciones tienen que responder de manera vertiginosa a las exigencias del medio, con miras a defender su permanencia y posición en el mercado, lo cual hace que los niveles de respuesta de las personas, sean de mayor dinamismo, calidad y resultados. Los líderes buscan que los equipos bajo su mando reaccionen con mayor energía y aprovechen al máximo sus capacidades y potencial, sin embargo, en ocasiones esta carrera tras lograr los mejores resultados repercute en la salud y bienestar de las personas.
La forma de abordar temas como la seguridad e higiene han cambiado radicalmente. En la actualidad es necesario valorar las repercusiones humanas en el ámbito laboral desde una perspectiva sistémica, con un enfoque integral sobre el bienestar bio-psico-social de quienes son responsables de hacer “un trabajo”, entendiendo por ello, toda actividad realizada por un individuo, aplicada a la producción de bienes y/o servicios a cambio de una retribución monetaria previamente pactada dentro de un marco legal oficial y estructurado por el giro o mercado laboral al que pertenece.
Si bien es cierto que la palabra trabajo proviene del latín “tripaliare”, que hace referencia a un elemento utilizado en la antigüedad con fines de tortura por el cual se le relacionó por mucho tiempo con términos como cansancio, sufrimiento y sacrificio, hoy día no es así. Una serie de cambios y momentos a lo largo de la historia lo han hecho evolucionar y en la actualidad, el trabajo ha sido resignificado como un medio de desarrollo individual que dignifica al ser humano a través de la valoración de su esfuerzo, aportaciones y contribución a la organización a la que pertenece.
La salud en el trabajo debe orientarse a desarrollar y promover en las empresas, una verdadera Cultura de Bienestar (Wellness), para que a través de acciones preventivas más que correctivas, orientadas a la seguridad, salud, y calidad de vida de las personas, impacten en un crecimiento productivo y a la vez más competitivo.
Considerar la salud en el trabajo aporta beneficios significativos para la organización que pueden reflejarse en indicadores tanto cuantitativos como cualitativos:
La forma de abordar temas como la seguridad e higiene han cambiado radicalmente. En la actualidad es necesario valorar las repercusiones humanas en el ámbito laboral desde una perspectiva sistémica, con un enfoque integral sobre el bienestar bio-psico-social de quienes son responsables de hacer “un trabajo”, entendiendo por ello, toda actividad realizada por un individuo, aplicada a la producción de bienes y/o servicios a cambio de una retribución monetaria previamente pactada dentro de un marco legal oficial y estructurado por el giro o mercado laboral al que pertenece.
Si bien es cierto que la palabra trabajo proviene del latín “tripaliare”, que hace referencia a un elemento utilizado en la antigüedad con fines de tortura por el cual se le relacionó por mucho tiempo con términos como cansancio, sufrimiento y sacrificio, hoy día no es así. Una serie de cambios y momentos a lo largo de la historia lo han hecho evolucionar y en la actualidad, el trabajo ha sido resignificado como un medio de desarrollo individual que dignifica al ser humano a través de la valoración de su esfuerzo, aportaciones y contribución a la organización a la que pertenece.
La salud en el trabajo debe orientarse a desarrollar y promover en las empresas, una verdadera Cultura de Bienestar (Wellness), para que a través de acciones preventivas más que correctivas, orientadas a la seguridad, salud, y calidad de vida de las personas, impacten en un crecimiento productivo y a la vez más competitivo.
Considerar la salud en el trabajo aporta beneficios significativos para la organización que pueden reflejarse en indicadores tanto cuantitativos como cualitativos:
- Rendimiento, productividad y compromiso: Las organizaciones tienen que alcanzar los mejores resultados de su capital humano y por tanto, requieren generar las mejores condiciones para que su personal reditúe y aporte resultados que impacten de manera directa sobre la rentabilidad del negocio.
- Motivación, satisfacción y fidelidad en los empleados: Difícilmente las personas pueden rendir al máximo de sus capacidades cuando desempeñan sus actividades en un ambiente dañino o amenazador, más aún si esto es una constante o condición de empleo, ya que poco a poco se van mermando sus niveles de tolerancia a la frustración y emiten conductas de adaptación, evasión o rechazo.
- Rotación, ausentismo y fatiga en el trabajo: Cuando las personas no se sienten cómodas con el ambiente laboral en el que se desarrollan, y está a su alcance el poder elegir, buscarán nuevos horizontes más favorables para su desarrollo. En caso contrario, faltarán cada que les sea factible, o mostrarán disminución de entusiasmo y acción ante la fatiga y/o aburrimiento que experimentan.
- Costos por accidentes, sanciones y multas: La parte económica en ocasiones se ve fuertemente deteriorada por los índices de accidentes, multas o sanciones que pudieran ser evitadas si se fortalece una cultura de prevención más que de reacción, dentro del ámbito empresarial.
- Estrés laboral: Cuando los niveles de estrés rebasan la capacidad de reacción de las personas se convierten en potentes detonadores contra la salud, lo cual ocasiona bajas en el desempeño, incapacidades frecuentes y hasta la muerte por infartos, derrames cerebrales o alguna otra enfermedad. Uno de los factores que ocasiona mayor estrés en el ámbito laboral, es la sobre carga de actividades e incluso problemas en el manejo de agenda de las personas a todos los niveles. Las organizaciones, cuando atraviesan por situaciones económicamente difíciles, con frecuencia toman como medida hacer recortes en su personal, sobrecargando de actividades a los llamados sobrevivientes.
- Mobbing y burn out: Se refiere a las situaciones de acoso laboral por parte de un individuo o grupos que de manera frecuente debilitan a una persona y la llevan a niveles extremos de maltrato conocido como moobing, hasta llegar a estados de verdadero agotamiento físico, emocional y mental causado por estar expuesto a situaciones emocionalmente demandantes y por períodos prolongados (burn out), ocasionan problemas altamente dañinos para los individuos, grupos y organización. Aunque lamentablemente cuando es reconocido como una problemática suele ser demasiado tarde.
- Distracción, negligencia y reacciones intencionales de los empleados en contra de la empresa: La naturaleza humana dota a las personas de mecanismos de defensa con los cuales puede protegerse de situaciones amenazantes, y una de ellas, es la evasión. Esta produce distracciones frecuentes con tal de no poner en riesgo la integridad emocional. Sin embargo, esto afecta de manera consciente o inconsciente las intenciones y acciones de las personas, mismas que pueden convertirse en daños serios que afectan a la organización.
- Impactos sociales y ambientales por eventos fortuitos: Fortalecer una cultura de prevención tiene efectos a largo plazo, e incluso, su impacto es mayor porque amortigua las repercusiones generadas por situaciones de contingencia que las empresas no pueden controlar, tales como desastres naturales o eventos fortuitos que repercuten tanto en la economía de la empresa como en la integridad de las personas.
- Imagen de la empresa hacia el exterior: La preocupación mostrada por la alta dirección, el área de Recursos Humanos y los líderes de la empresa, ante los temas relacionados con la salud laboral, así como las acciones concretas que dicten en consecuencia, favorecerán la creación de un clima propicio para desarrollar el trabajo en mejores condiciones y la construcción de una imagen favorable como empresa responsable, donde las personas quieran trabajar.
Seguridad e higiene
La seguridad e higiene en el trabajo, son dos actividades íntimamente relacionadas y orientadas a garantizar las mejores condiciones físicas y mentales que se reflejen en el estado de salud de los empleados. La seguridad integra una serie de medidas técnicas, educacionales, médicas y psicológicas, planteadas para prevenir accidentes ocasionados por condiciones o prácticas inseguras y la higiene se enfoca al reconocimiento, evaluación y control de aquellos factores ambientales que se originan en el lugar de trabajo, los cuales pueden ser causa de enfermedades, prejuicios para la salud o el bienestar de las personas.
Bienestar en el trabajo
La salud y el bienestar en el trabajo se relacionan de manera directa con la productividad y preservación de la fuerza laboral. Ocupa un tema de primordial en la agenda de los directivos y de los responsables de la gestión de Recursos Humanos en las organizaciones. El cumplimiento de objetivos y retos de negocio depende de manera directa de las acciones y contribución de las personas, lo cual hace necesario considerar un plan de bienestar integral con objetivos de prevención definidos y en condiciones de trabajo óptimas.
Medio ambiente
El camino de las organizaciones en su afán por lograr los objetivos planteados dentro de la estrategia de negocio, con frecuencia deja secuelas importantes y una de ellas radica en el medio ambiente. Es indiscutible el bienestar social, riqueza y desarrollo que las empresas aportan a la sociedad; sin embargo, en ocasiones se ven mermados por los efectos ambientales derivados de la propia actividad.