La cibercultura facilita la comunicación de la comunidad digital en tiempo real y no real, posibilitando compartir intereses a partir de una inteligencia colectiva. Además, favorece la interacción dialógica en una red social que emplea tecnología sofisticada de diseño multimedial e hipermedial. Por tal razón, la corporeidad digital delata la autonomía del aprendizaje autónomo en la manera como se comunica el individuo con el colectivo; el modo en que anticipa un conocimiento social y cooperativo; el uso que hace de la palabra y del lenguaje para conocer la subjetividad de las personas; el dominio del discurso narrativo, que describe la biografía de la persona para alcanzar la autorregulación cognitiva y metacognitiva; la transmisión de emociones y sentimientos como indicador de aceptación para crecer en la autonomía intelectual, moral y científica.
Relación del insumo con el Banco del Conocimiento