Dentro del marketing de relaciones, el término engagement ha adquirido recientemente una importante dimensión en la literatura de marketing. Este concepto está vinculado a una serie de comportamientos del cliente hacia la empresa que van más allá de la acción de compra y que se producen como resultado de motivaciones individuales (van Doorn et al., 2010). Dichos comportamientos se denominan no transaccionales y resultan especialmente valiosos para las empresas ya que, a pesar de que no generan ingresos de manera inmediata, mejoran su imagen e influyen en otros consumidores a largo plazo, por lo que tienen un efecto diferido igualmente determinante para el desempeño de las organizaciones.
Relación del insumo con el Banco del Conocimiento