El artículo examina las relaciones laborales en las oficinas salitreras del cantón del Toco, actual II Región, entre los años 1947-1960. El marco de estas relaciones estuvieron condicionadas por dos variables que incidieron en plasmar una realidad distinta en el área minera. Un factor fue la continuidad de las expresiones socio-culturales espontáneas y populares, donde las murgas reflejaron su mejor manifestación; otro, fue la acción de una política comunicacional auspiciada por las empresas salitreras, impulsando otros espacios de sociabilidad, centrado en acciones que favorecían las manifestaciones artísticas más proclives a cánones institucionalizados, como las Bellas Artes en general, en un período de fuerte tensión política interna e internacional, donde la bipolaridad mundial se reflejaba en las acciones de los sindicatos y las medidas de las compañías salitreras.
Relación del insumo con el Banco del Conocimiento