En la economía globalizada las empresas reestructuran los procesos productivos y la organización del trabajo para reducir costos y competir de acuerdo a las exigencias del mercado interno e internacional. Dicha reestructuración conlleva a la subcontratación de trabajadores, librando al empresario del contrato de trabajo típico. Estos cambios generan relaciones laborales encubiertas o fraudulentas al establecerse contratos guiados por normativas diferentes a las laborales generando la triangulación laboral. De acuerdo a la realidad que circunda al mercado de trabajo, la subcontratación, tercerización y la triangulación no son más que formas de esclavización en la era de la globalización. Esto revela que la práctica del empresario carece de un sentido social.
Relación del insumo con el Banco del Conocimiento